Acaso la mejor novela catalana del siglo, ésta fue publicada en 1966 y profusamente traducida y reeditada. En ella, la sencilla historia de una mujer se carga de una profunda significación al condensar la evocación de toda una forma de vida que agoniza.
LA OBRA
Con la llegada de la República y después la Guerra Civil como telón de fondo, la novela narra la historia de Natalia, "la Colometa", una joven como tantas otras de su época, debe vivir un período especialmente cruel de la historia, y aceptar sin quejarse todo aquello que la vida y su marido le imponen. Poco a poco, Natalia irá viendo morir a sus seres queridos, pasará hambre, y se enfrentará a todo tipo de dificultades para tratar de sacar adelante a sus hijos, y eso producirá en ella un cambio de carácter, y una posterior recuperación de su identidad perdida.
Valiéndose de la técnica del monólogo interior, Mercè Rodoreda consigue transmitir al lector los sentimientos más profundos de la protagonista, a través de un estilo simple, y una mirada inocente y sincera. A lo largo del texto (plagado de símbolos y metáforas visuales) el lector consigue descubrir la resignación, el crecimiento y la lucha de una mujer frente a la realidad trágica que le ha tocado vivir, así como ser testigo de los convencionalismos de una época que dejaba a la mujer apartada y en un segundo plano.
La novela esta enmarcada en el contexto histórico de la Barcelona de la Segunda República Española, la Guerra Civil y la Postguerra. En este marco es donde transcurren los acontecimientos de la novela.
LA AUTORA
Mercè Rodoreda i Gurguí (Barcelona, 10 de octubre de 1908 Gerona, 13 de abril de 1983) fue una escritora española.
Está considerada una de las escritoras de lengua catalana más influyente de su época,? tal como lo atestiguan las referencias de otros autores a su obra y la repercusión internacional, con traducciones a cuarenta idiomas diferentes. Su producción abarca todos los géneros literarios; Rodoreda cultivó tanto la poesía como el teatro o el cuento, aunque destaca especialmente en la novela. Póstumamente se descubrió una vertiente más, la pintura, que había quedado en segundo término por la importancia que Rodoreda daba a la propia escritura.