La adecuada gestión y el control de la cadena de valor en la empresa siempre han sido el capítulo clave de la ciencia empresarial. De los resultados de la cadena de valor depende la propia vida de la empresa. Es cierto que la importancia que se confiere a cada una de las actividades de la cadena de valor en la empresa ha evolucionado a lo largo del tiempo, pero siempre han recibido atención prioritaria las actividades primarias internas: logística interna, operaciones, logística externa, etc. Los costes financieros y la consiguiente rigidez de las actividades internas han hecho que se conviertan en el foco de atención de los científicos y los empresarios desde tiempos ancestrales. Ciertamente, la evolución social, científica y tecnológica ha exigido que se les preste tanta atención o incluso más a otras actividades correspondientes a la cadena de valor en la empresa como, por ejemplo, el marketing y los servicios. En la actualidad, todas las actividades de la cadena de valor, tanto las primarias como las actividades de apoyo, son motivo de interés para la ciencia empresarial. La competitividad que se exige